El whisky ofrece increíbles y múltiples opciones en la exploración de la cata. ¡Tantísimo de qué hablar!
Lo que necesitas es una guía, y quién mejor que tú mismo para descubrir, sorbo a sorbo, esos matices que te encantarán. Solo precisarás un poco de ayuda extra de un maestro para entender todo este fantástico mundo del whisky y extraer el máximo partido.
La degustación es la clave de este delicioso enigma, y es aquí a donde te llevará este experto, mediante las técnicas básicas utilizadas para estimular a tus sentidos y así apreciar plenamente las múltiples facetas de un buen whisky.
Pero en primer lugar, un consejo: ¡toma notas! Las notas son de suma importancia. Escribir todo, cada botella es única, todos los detalles sobre el embotellado se pueden encontrar en ella y solo queda añadir un conjunto de notas de cata, y ya lo tienes. Un buen ejemplo de notas de cata con uno de mis favoritos.
- Color: Oro pajizo. Finlaggan Cask Strength
- Nariz: Intenso pero agradable aroma de humo de turba. Tocino ahumado con un toque de cuero viejo.
- Boca: Humo rico y dulce. Yodo, piel de limón con un agradable toque aterciopelado y notas de turba ahumada. El final es largo y cálido, continuando con las notas de hollín, ceniza y humo de turba.
¡Vamos allá, entonces!
Necesitarás un buen whisky. No hay mejor y más rentable forma de expandir rápidamente tus conocimientos que explorar nuestra selección de whiskies, ya sea escogiendo uno de nuestra amplia lista o contactando conmigo, que encantado te aconsejaré, siempre atendiendo a tus gustos particulares.
Necesitarás un vaso. Es obvio, claro, pero ¡espera!
Existe una forma de copa específica para las catas en el mundo entero. Copas diseñadas especialmente para capturar los congéneres (aromas muy sutiles) y dirigirlos hacia la nariz expectante. Con la forma de una copa de jerez alargada y la parte superior en forma de tulipán, que permite mover el líquido haciendo un remolino y oler y oler de nuevo, sin envolver con ese olor a sus compañeros de mesa. Nuestra copa especial de cata la podrá encontrar aquí.
Ya tenemos la copa, el whisky cuidadosamente seleccionado y tu propia agudeza. ¿Qué es lo siguiente?
La apariencia. Sabemos que no lo es todo, pero vale la pena anotar tu impresión. ¿A qué se parece el color? Piensa en objetos fácilmente reconocibles del mundo que te rodea: oros, ámbares, amarillos o la piel de un melocotón maduro dorada por el sol. Estos objetos pueden ser sugestivos, incluso poéticos a veces, ¿por qué no? Que te diviertas; este ejercicio podría despertar el ingenio literario que ha estado oculto en ti hasta este momento…
La nariz. Esta es quizás la parte más importante de la evaluación de un whisky. La mayoría de los tragos revelarán más detalles al sistema olfativo que al paladar; de hecho, como la mayoría de los expertos dirían, la degustación es simplemente la confirmación de lo que la nariz ya te ha dicho.
Pero, ¿qué es lo que te dice? En primer lugar, remueve el whisky en forma de remolino para liberar los aromas, luego, con cuidado llévalo a la nariz. Ten cuidado, sin embargo, ya que el sistema olfativo es muy delicado, por lo que, por favor, no metas la nariz en la copa antes de comprobar el contenido de alcohol. Esas bestias llamadas Cask strength o Straight from the barrel (whisky del barril a la botella, sin añadir agua) podrían fácilmente chamuscarte los senos nasales (en sentido figurado al menos). Y ahora, huele.
¡Busca en tu mente la nostalgia! Los olores a menudo están vinculados a los recuerdos: el escritorio del abuelo (cuero, madera, la edad, el olor a humedad), la Navidad con la familia (pastel de chocolate, frutos secos, pasas sultanas, vino de Porto), un pajar en verano (pasto seco, madera), una barbacoa en la playa (sal, humo, algas, yodo). Cada uno tendrá sus propios recuerdos, por lo tanto, todo el mundo encontrará sus propias descripciones volando por la fantasía de los recuerdos.
En boca. Ahora, a la parte de degustación. Además de ratificar o por el contrario, rectificar las impresiones recogidas por la nariz, prestaremos especial atención a la sensación del whisky en la boca, o sensación en boca si se quiere. Es suave y lento o es especiado e inmediato? ¿Es seco o refrescante? También debe recoger toda la dulzura, o su defecto, en el whisky, así como aquellos otros sabores básicos característicos de la lengua.
El paladar también dirá cómo está estructurado el whisky. ¿Hay un principio, mitad y final definidos en esta historia? ¿Cuándo se introducen los diferentes sabores? Y ¿Cuál es la conclusión? ¿Es una conclusión satisfactoria? ¡Busca en tu mente la nostalgia!
Después de tragar el whisky, ¿qué queda? Esto, como era de esperar, es el final. ¿Es corto, medio o largo? ¿Seco o suave? ¿Hay nuevos sabores que se encuentran ahora después de que las cosas se han calmado un poco?
Agua. Y ahora, es el momento de hacerlo todo de nuevo, pero esta vez, añadiendo un poco de agua. En la degustación de whisky, el añadir una o dos gotas de H2O es simplemente una forma de recopilar aún más información. El agua abre el whisky, dejando al descubierto el complejo funcionamiento de sabor de un trago, ya que permite identificar las partes que lo constituyen más fácilmente. Y recuerda que oler y beber un par de whiskys de alto contenido en alcohol adormece rápidamente la nariz y la boca, así que hay que tener esto en cuenta a la hora de realizar una sesión de degustación seria.
La cantidad de agua a añadir depende de la preferencia personal, y por supuesto el contenido de alcohol del trago que tienes delante de ti.
Por último, y quizás más importante decir que, una cata de whisky compartida es la mejor manera de exprimir hasta la última gota de satisfacción que puede provocar un trago. Haz que tus amigos se unan a ti, ve a un bar que tengan buenos whiskys, o incluso intercambia opiniones en Internet, pero hagas lo que hagas, toma notas y compara tus impresiones con amigos que compartan esta pasión. Bueno, pues aquí la tienes, una guía para la degustación como hacemos los profesionales. ¡Disfrútala!
Geer Akkers
Pasión por el whisky
excelente , deseo aprender mas sobre todos los licores, me gusta el whisky