Glenpark

A principios de este siglo, se le preguntó al mayor distribuidor de whiskies de Holanda, Van Wees en Amersfoort, si tenían interés por un cargamento de whisky, que se almacenó durante varios años en un cobertizo. El cargamento estaba destinado para el mercado de Estados Unidos, pero nunca llegó a su destino final por un naufragio. Puesto que nadie podía decir exactamente qué era ese whisky, tuvo que ser probado a ciegas. Van Wees pidió recibir primero una botella. Después de probar el whisky, los expertos de Van Wees descubrieron que tenía algo especial. Era un whisky con un sabor expresivo. Sin saber lo que bebían, todo el cargamento de 144 barriles de whisky fue transportado a Amersfoort, y seguidamente se puso en marcha una investigación, que reveló que había salido de una de las destilerías de whisky William Grant & Sons en Dufftown.  Con esa garantía añadida, Van Wees finalmente presentó 22.000 botellas en el mercado.